lunes, 4 de marzo de 2013

LA CONDUCTORA



Mal vestida, con el pelo corto, a lo que llamamos caco e' tigre, con el pelo de varios colores, entre castaño, negro y rubio,  blusa curtida de tirantes,  rostro brilloso del sudor, así conduce en su carrito de concho muy parecido a ella, por cierto, una conductora de una de las rutas de la ciudad capital.

Todos tenemos el deseo de que nos reconozcan, de ser importantes y de resaltar, sin embargo unos lo resaltamos más que otros y es ahí donde fallamos y como decimos en buen dominicano, metemos la pata.

Esta mujer, desaliñada, desbocada, y habladora, queriendo resaltar sobre los demás chóferes de su ruta, tiene habilidades  desarrolladas para la labor que desarrolla y sobre todo porque su competencia son hombres que han trabajado toda su vida en el área.

Es difícil ver a una dama con características masculinas y que se vea agradable, más aún cuando ésta  pone énfasis en exagerar esas cualidades ya que se ve como una plebeya, vociferando de un auto a otro, haciendo chistes y bravuconadas que ni a los hombres se les ve bien.

Entendemos que la situación está difícil y que hay que buscar el dinerito de cualquier forma honesta, como es esa; pero damas, por favor aunque tengamos que hacer trabajos que en principio estén destinados para hombres, no perdamos la femineidad, no perdamos el glamour, no perdamos la hermosura, no perdamos la delicadeza  de ser mujer.



EVA MATT.